Descubre todo sobre la Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada y cómo puede transformar la salud de tu mascota con ingredientes naturales y nutritivos.
BARF es el acrónimo de "Biologically Appropriate Raw Food" o "Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada" en español.
Biológicamente apropiado para la especie
Apropiado según su naturaleza evolutiva
Crudo, sin procesar térmicamente
Alimento completo y nutritivo
"La dieta BARF imita la alimentación natural que tendrían los perros y gatos en estado salvaje, proporcionando nutrientes en su forma más pura y digestible."
Basada en lo que perros y gatos comerían naturalmente en estado salvaje, respetando su biología digestiva.
Sin conservantes artificiales, colorantes ni procesamiento químico. Solo ingredientes frescos y naturales.
Proporción adecuada de proteínas, grasas, vitaminas y minerales para una salud óptima.
Descubre cómo la alimentación natural puede transformar la salud y bienestar de tu mascota.
Pelaje
Más Brillante
Energía
Mayor Vitalidad
Heces más pequeñas, menos gases y mejor absorción de nutrientes.
Pelo más suave, brillante y menos caída del pelaje.
Menos sarro, encías más sanas y aliento más fresco.
Más vitalidad, resistencia y ganas de jugar.
Mejor resistencia a enfermedades y recuperación más rápida.
Mejor control del peso corporal y masa muscular saludable.
Conoce la composición ideal de una alimentación cruda biológicamente apropiada y los porcentajes recomendados para una nutrición óptima.
Base proteica principal: pollo, pavo, res, cordero, pescado. Proporciona aminoácidos esenciales y energía.
Fuente natural de calcio y fósforo. Ayudan a mantener dientes limpios y proporcionan estimulación mental.
Hígado, riñones, bazo, pulmones. Súper alimentos ricos en vitaminas A, B, hierro, ácido fólico y minerales específicos esenciales para óptima salud.
Verduras trituradas como zanahorias, espinacas, brócoli y frutas como manzanas, arándanos, calabaza. Proporcionan fibra, antioxidantes, vitaminas y micronutrientes esenciales.
Cambiar a una dieta BARF debe hacerse gradualmente durante 7-10 días para permitir que el sistema digestivo de tu mascota se adapte. Siempre consulta con un veterinario antes de hacer cambios importantes en la alimentación.
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